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Innovar: 5 maneras de pensar diferente

Todos estamos en la búsqueda del secreto del éxito, de la fórmula para tener un producto inigualable. Sin embargo, toma muchos intentos el llegar a un producto o servicio exitoso.

La innovación puede llegar sola, por casualidad, o puede efectivamente propiciarse. Estas son las maneras de fomentarla:

Piensa en las necesidades insatisfechas
La mayoría de los productos o servicios innovadores vienen a llenar un vacío en las necesidades de consumidores y usuarios. No se trata de lo que ya está en el mercado, se trata de lo que la gente necesita y no tiene. La palabra clave sigue siendo necesidad.

Innova también basado en lo existente
Muchas veces, las herramientas para crear aquello que necesitamos ya están disponibles. Por ejemplo, la combinación de funciones y piezas preexistentes dio lugar a los hoy casi indispensables smartphones.

En ocasiones, no se trata de “inventar” sino de mejorar lo existente o combinarlo para llenar las necesidades del consumidor.

No te detengas
Muchos repiten el mismo ejemplo para ilustrar este punto: Kodak. La compañía creó las cámaras digitales, pero no las desarrolló y eligió permanecer con su modelo de negocios y sus productos estrella: aquellos dedicados a la fotografía convencional.

Como resultado, otras compañías desarrollaron esa tecnología y terminaron quebrando al inventor de la cámara digital, que hubiese podido salvarse de su destino explotando su propia tecnología a costa de sus productos más vendidos.

De la misma manera, muchas empresas tienden a estancarse. Sea quedándose con las soluciones fáciles o probadamente exitosas o no buscando nuevos caminos cuando sus productos y servicios comienzan a volverse obsoletos.

Es importante mantenerse en movimiento para no perder.

Ninguna idea es mala
Muchos modelos de negocio o productos exitosos comienzan siendo algo diferente. Así como Facebook no comenzó siendo la red social que es actualmente, muchas empresas o emprendedores deberán reinventarse a lo largo del camino para encontrar la fórmula innovadora.

Ahora, ¿significa esto que debemos perder el norte y tomar cualquier opción? No. Esto sólo quiere decir que nada es descartable en el primer momento en que surge. Todas las ideas deben estudiarse, analizar su factibilidad y, aún cuando vayan a descartarse, quedar asentadas en algún archivo. Tal vez, en el futuro, esa idea no muy concreta puede resultar exactamente lo que la empresa necesita.

Mentes maestras
Empresas como Apple reconocen que no realizan focus groups, y que Steve Jobs simplemente decidía sobre qué productos o tecnologías enfocar el trabajo para el lanzamiento de sus nuevos productos.

Si bien “el cliente siempre tiene la razón”, en ocasiones, hay personas que tienen el talento de saber lo que el consumidor quiere antes de que él mismo lo sepa. Y si él no lo sabe, ningún focus group te dará esa información.